martes, 17 de diciembre de 2013

Reserva Africana de Sigean - Francia

Hacía tiempo que quería visitar la Reserva Africana de Sigean, adoro a los animales y había recibido muy buenas críticas por parte de mis clientes y tenía cierta curiosidad por vivir la experiencia.

Así que un fin de semana me animé y puse rumbo hacia Sigean. La Reserva queda a unas 2:30h -3 horas aproximadamente desde Barcelona. Se puede ir perfectamente en un día, pero yo decidí aprovechar y hacer una parada en Perpignan.
Si viajáis desde otro punto de España y queréis hacer noche en algún hotel cercano a Sigean, os recomiendo dormir en Perpignan o en Narbona, son las dos ciudades más cercanas y donde podréis encontrar más opciones de hoteles. En mi caso, me decidí por Perpignan e hice estancia en el Hotel Suite Novotel. Un hotel bien situado en el centro de Perpignan con habitaciones tipo apartamentos, muy amplias y con un diseño moderno. Totalmente equipado y 100% recomendable.

Desde Perpignan  hay unos 30 minutos hasta el parque. El acceso es un poco complicado en según que tramos, no en cuanto a la carretera si no en las señalizaciones para llegar a la reserva. Desde mi punto de vista, deberían de poner alguna señalización más para evitar equivocaciones de camino. Si tenéis alguna duda en algún tramo, os recomiendo preguntar o llevar GPS.

Una vez llegas al parque, debes dirigirte con el coche directamente a las ventanillas para comprar las entradas. El precio es de unos 29 euros por adulto y 22 euros para los niños (hasta los 14 años).
Te facilitan un mapa donde puedes ver los recorridos a seguir y las normativas a seguir. La gracia de la reserva es que una parte del parque se hace en coche, tienes un recorrido de 1 hora aproximadamente y luego tienes otra zona que se hace a pie, similar a un zoo. Es evidente que hay que cumplir unas normas básicas, como por ejemplo, no bajar las ventanillas del coche durante el recorrido.

La parte en coche es genial. Vas siguiendo el camino que está indicado en los diversos paneles ubicados por dentro de la reserva y vas viendo distintos animales. Lo mejor de todo es que no hay vallas ni nada que impida tener a los animales cerca. Las avestruces van andando muy cerca de los coches, puedes ver cruzar a las cebras o como los grandes rinocerontes se alimentan a pocos metro del vehículo. 



La mejor parte es la final, donde se pueden ver a los osos durmiendo, comiendo o en medio del camino. Nos tuvimos que quedar parados 5 minutos porque los osos se pusieron en medio del camino y no nos dejaban pasar, la verdad es que fue una experiencia muy divertida, no cada día tienes a un oso de pie en frente de tu coche. 


Y la parte más recomendable...¡Es la de los leones! Cuando los vi, no podía creer que pudiera verlos tan de cerca, al no haber ningún tipo de valla da mucho respeto pero es una sensación muy especial. Tuve a una leona a menos de 1 metro de mi ventanilla, pude admirar toda la belleza que tienen y debo admitir que son impresionantes. Ver rugir a los leones, como duermen o se estiran desde pocos metros es admirable. 




Una vez termina el recorrido en coche, hay un parking gratuito para aparcar el vehículo y empezar con la ruta a pie. Hay un picnic donde se puede comer tranquilamente, en mi caso me llevé los bocadillos y comimos acompañados de aves muy curiosas. En esta zona del picnic, podéis encontrar una tienda, un bar-restaurante y los baños.


La zona a pie es muy amplia, rodeada de naturaleza y en según que puntos unas vistas preciosas. Aunque en el mapa hay un recorrido recomendado, en este caso puedes hacer la ruta a tu gusto. Este tramo es más similar a un zoo habitual, aunque da la sensación que los animales están más en plena naturaleza. Los espacios son mayores y se pueden ver más de cerca. Me sorprendieron las jirafas, puedes verlas de tan cerca que ves hasta el más mínimo detalle de su cabeza. 



También es recomendable la zona del lago donde está repleto de flamencos y otras aves, una imagen muy bonita. También podemos ver otros animales como enormes elefantes, todo tipo de cabras en las rocas, algunos felinos y réptiles.


El recorrido a pie puede durar unas 2 horas, aunque todo dependerá del ritmo que lleve cada uno y de lo que se quiera visitar. En nuestro caso, cuando terminamos tuvimos la posibilidad de hacer otra vuelta en coche por los osos y los leones que fue lo que más nos impresionó. ¡Quedamos encantados!

En su página web se pueden ver los horarios de apertura en función de la temporada. En temporada alta la ruta en coche es más limitada ya que hay muchos coches y hay que ir a un ritmo igual al resto, no es tan fácil poder parar un rato el motor para hacer fotos y admirar a los animales.

A diferencia de un zoo habitual, me fui con la sensación de vivir una experiencia en naturaleza y con la tranquilidad de que los animales están en un entorno natural muy bien cuidado. Como siempre, en este tipo de parques pueden surgir diversas opiniones y experiencias, yo hablo por la mía. Ha sido una experiencia buenísima y para repetir en algún otro momento de mi vida.

¡Felices fiestas!
unviajeymilhistorias@gmail.com