domingo, 2 de febrero de 2014

Escapada rural a Madremanya

Hacía mucho tiempo que quería ir a una casa rural. La gente me hablaba muy bien de este tipo de escapadas, ya sea por la naturaleza, paisajes, tranquilidad…o simplemente porque te sientes como en tu propia casa.

Además, creo que era la ocasión ideal para hacer una escapada con mis perros. Sí, tengo varios y esto me supone problemas cuando me los quiero llevar a alguna parte. ¡Es muy difícil encontrar establecimientos que admitan perros! y más todavía si se tratan de razas grandes. Así que empecé a indagar por diferentes páginas webs y a buscar información sobre turismo rural.

Estuve mirando varias webs dedicadas a la búsqueda de casas rurales. Soy consciente de que tenía toda una serie de peticiones que podían complicar la búsqueda de opciones. Mi principal solicitud, era que admitiera perros y que estuviera aislada (por los posibles ruidos). Además, buscaba algo pequeño para unas 4 personas, esto también es complicado ya que las casas suelen estar preparadas para más gente. 

Después de mirar varios sitios, encontré la web Club Rural. Me pareció la más práctica y fue la que me dio más opciones. 
Indicas fechas y zona que quieres ir, y luego seleccionas todas tus preferencias. Te aparece una selección de propuestas que pueden encajar con lo que tu pides, muy acertadas. Gracias a ello, encontré un establecimiento que me encajaba con lo que yo necesitaba.

Una vez encontrada una opción contacté con los propietarios. Era la primera vez que lo hacía así que iba bastante perdida. Mi sorpresa fue el buen trato que recibí por parte del propietario, me dio toda la información que necesitaba y lo mejor, mucha confianza.
Mi selección fue Mas Tarres, es una casa ubicada cerca de Madremanya (Girona). Está aislada y tiene un enorme terreno donde poder disfrutar de la naturaleza y del bosque. Era lo que yo buscaba para que mis mascotas pudieran correr sin ningún peligro.




Es cierto que es una casa grande dividida en dos partes, es por esto que lo consideran como dos apartamentos distintos. Es ideal para gente que busque algo más pequeño o que vaya en familia y deseen dos zonas independientes. Me hospedé en el apartamento Olivera, consta de un comedor muy acogedor con cocina totalmente equipada y chimenea. Además, tiene un baño y 2 habitaciones (una de ellas con litera y otra con cama de matrimonio). También tiene un altillo donde hay un sofá y una mesita, tipo biblioteca.




Podría resumir la estancia con un: me encantó. Pudimos disfrutar de la estancia como si estuviéramos en nuestra propia casa. Los propietarios están en una casa ubicada al lado, te ofrecen su servicio y te ofrecen su ayuda para lo que necesites, pero parece que no estén. 
Es un gozo poder disfrutar de un ambiente rural, estar viendo la tele con olor a leña y disfrutando del calor de la chimenea. Por la mañana, levantarte y poderte tomar un buen zumo o café mirando el paisaje y oyendo los pájaros. Sin coches, sin ruidos. Un lugar ideal para desconectar y descansar, ya sea para ir en familia o en pareja. Puedes hacer todo tipo de actividades o convertirlo en una estancia romántica. Una experiencia para repetir y para recomendar.