martes, 22 de enero de 2013

3 días en París

Hoy me apetece escribir sobre una de mis ciudades favoritas:

Bonjour, PARIS!


Única, elegante, romántica y cultural. Con muchas cosas por visitar, calles por recorrer e infinidad de actividades por hacer. Es una de las ciudades más visitadas del mundo, así que entiendo que no soy la única que la ha visitado o visitaría una y otra vez...J'aime Paris!

Antes de proponer algunas rutas, me gustaría destacar los elementos que destacan en la ciudad, los que la hacen única y especial como por ejemplo La Gioconda, uno de los cuadros más observados del Museo del Louvre ¿cómo puede un cuadro crear tal admiración? algo tiene que la hace distinta a todo lo demás y atrae la atención de miles de artistas y amantes del arte e historia. Si hablamos de comida...no podemos irnos de la ciudad sin probar la baguette y el croissant parisino, una de las piezas de repostería más admiradas y aclamadas de París, ya que fueron los creadores de este derivado de mantequilla, una auténtica obra de arte para los amantes de las pastas. También quiero destacar una prenda de lana que creo que es un simbolo de la ciudad, la boina parisina. Aún hoy en día, principalmente pintores y escritores la llevan puesta.

Creo que se pueden hacer infinidad de rutas por París, yo os cuento como aproveché mi tiempo durante los 3 días que pasé en París. Podréis encontrar todo tipo de precios para el viaje, si buscáis algo barato podéis echar un vistazo a la web vuelo24.es para encontrar vuelos económicos a París y en cuanto a hoteles podéis mirar algún comparador de hoteles y buscar la zona que más os guste. Yo recomiendo que esté bien comunicado si no puede ser céntrico.

 ¿QUE HACER DURANTE 3 DÍAS EN PARIS?

Primer día
Tenía curiosidad por ver toda la ciudad, pero era imposible recorrerla toda en tan solo 3 días, así que decidí escoger todo aquello que me hacía más ilusión conocer. En primer lugar, tenía ansias por ver la Torre Eiffel, así que decidí verla nada más llegar. Además, era una de las opciones más cercanas de mi hotel ya que me hospedé en el hotel Meliá Royal Alma Boutique, un clásico hotel ubicado en un barrio muy bonito a pocas cuadras de la Torre Eiffel, unos 10 minutos andando. También cabe destacar que hay una estación de metro muy cercana, a unos 2 minutos andando llamada "Alma-Marceu", ideal para acceder a cualquier punto de la ciudad, muy cómodo.


La verdad es que es difícil explicar la sensación que sentí al ver la Torre Eiffel, enorme obra arquitectónica que deja a cualquier persona boqueabierta. Son 704 peldaños los que llevan desde la calle hasta el segundo piso. El recorrido por el interior, muestra paneles que cuentan la historia de los 122 años de vida de la Torre. En su interior hay restaurantes, tiendas, un pequeño cine, una sala de conferencias...Para picar algo, la "Brasserie 58" permite tomar aperitivos en la primera planta y para los que busquen algo más sofisticado tienen la opción del restaurante Jules Verne ubicado en la segunda planta, que ofrece una carta con lo mejor de la cocina francesa. Hay dos formas de subir la Torre, por las escaleras o por el ascensor. Las escaleras, además de largas colas, permiten ahorrar dinero ya que la entrada en este caso ronda los 4,70€, contra 8,20€ y 13,40€ que cuesta subir en ascensor en función de la planta a la que quieras acceder (precios orientativos y con posibles cambios).

El barrio donde está ubicada la Torre Eiffel se llama Palais-Bourbon. Además de ver y disfrutar de la Torre, di un paseo por el Campo de Marte, una extensa zona verde ubicada junto a la Torre y que se extiende hasta Les Invalides, donde también cerca podemos encontrar la capilla de Saint-Louis donde descansan los restos de Napoleòn Bonaparte. Tengo que mencionar que me comí el mejor gofre de mi vida en uno de los garitos ubicados en esta zona, ¡delicioso!. Además, en este barrio es fácil ver pintores mostrar sus dotes artísticas, son típicos los retratos a turistas, pero cuidado...no todos son profesionales.


Si no estáis muy cansados, merece la pena pasear por el parque de Monceau y conocer el Bosque de Bolonia, incluye zonas arboladas, diferentes jardines y varios restaurantes.

Estatua Bosque de Bolonia

Segundo día
Era consciente de que tenía que aprovechar el tiempo al máximo, así que era necesario madrugar para disfrutar de un riquísimo desayuno en el mismo hotel y coger el metro con dirección al Louvre (Metro dirección: Palais Royal-Musée du Louvre). Me sorprendió la espectacular pirámide de cristal que sirve de acceso al Museo. La verdad es que me hubiera encantado verlo por dentro, pero me informaron de que podía llevarme a estar todo un día en el museo, así que decidí verlo por fuera y volver en otra ocasión con más calma para poder ver las 35mil obras de arte, entre ellas la famosa Gioconda (en uno de los próximos posts, os explicaré mi experiencia en el museo).


Decidí pasear por les Jardins de les Tuileries - justo enfrente del museo - y seguir andando para conocer los famosos Campos Elíseos, desde la Plaza de la Concordia hasta el Arco del Triunfo (unos 2km). Tenía mucha curiosidad por recorrer la avenida de lujo y meta del Tour de Francia. Estaba decidida a andar durante horas para disfrutar de esta zona de la ciudad de la que tanto había oído hablar.
En la "Place de la Concorde" podemos ver el obelisco egipcio así como edificios con elegantes fachadas. También nos cruzamos con el "Rond Point", uno de los jardines más excepcionales del mundo donde se encuentran el Grand Palais y la parte trasera del Palacio del Elíseo (residencia del presidente de Francia). También destacable el Petit Palais y el puente de Alejandro III.

Después de comer, seguí con el tramo entre el Rond Point y el Arco del Triunfo, encontramos tiendas y marcas de todo tipo. Como por ejemplo, el nuevo edificio de Citroën con un escaparate muy original e idóneo para los amantes de los coches y porque no, de la arquitectura. Encontramos también Virgin Megastore, una tienda de cd's o la tienda LE66, una tienda de ropa de diseñadores interesantes a precios no prohibitivos.También tiendas clásicas como Guerlain o la más grande de Sephora. La gran esquina de Louis Vuitton o el lugar donde se fabrican los mejores macarons del mundo, la casa de té Ladurée.
Detrás de los Campos Elíseos, se esconde uno de los barrios más sofisticados y lujosos de París, el Triángulo Dorado, delimitado por los Campos y las avenidas Montaigne y George V. En estas calles, encontramos marcas como Dolce & Gabbana, Dior, Channel, Prada, Paul & Joe, etc. Todas las grandes marcas para los amantes de la moda. Además, también podemos ver uno de los edificios art-déco más bonitos de París: el teatro de los Champs-Elysées.

A medida que andamos por los Campos Elíseos podemos ver de lejos el Arco del Triunfo. Esa era mi meta, recorrer más de 2km y llegar a este monumento concebido por Napoleón Bonaparte. Antes de marcharme de la zona me tomé un café con leche enfrente de Arco del Triunfo, cuyo precio ascendío a 7€...pero valió la pena.



Ya era tarde, así que pensé en ir al hotel y darme una ducha bien caliente. Pensé que debía disfrutar al máximo de mi estancia en la ciudad, y decidí ir a visitar de nuevo la Torre Eiffel de noche y dar un paseo en barca por el Sena. No podía haber tomado mejor plan.
Si ya me impactó por el día, por la noche me pareció espectacular. Además a cada hora en punto se ilumina con luces, un ambiente precioso.
Compre una entrada para subir a los Bateaux Mouches (son los cruceros que van por el Sena). Un paseo tranquilo en barco para ver un resumen de algunos de los principales puntos de la ciudad, me interesaba sobretodo para ver aquellos edificios que no había podido ver. Dan la opción de audioguía, y puedes ir escuchando cada punto del itinerario. El recorrido pasa por Trocadero, Palacio de Tokyo, Grand Palais y Petit Palais, los Inválidos, la Asamblea Nacional, Musée d'Orsay, el puente de las Artes, el Pont Neuf (el más antiguo de la ciudad), Île de la Cité, Catedral de Notre-Dame, entre otros. Me encantó hacerlo de noche, porque adoro las ciudades iluminadas, creo que aumentan su encanto y tienen un toque de magia.


Algunos de estos barcos ofrecen cena e incluso discoteca, para quien le pueda interesar.

Tercer día
Era mi último día en la ciudad y mi vuelo salía a última hora de la noche. Me levanté temprano, desayuné unos croissants caseros en el hotel y me dirigí hacia Ópera de Garnier (Metro: Ópera o Galeries la Fayette).


No podía dejar de ver uno de los mayores teatros del mundo, la Ópera Garnier. Un precioso edificio lleno de columnas, murales y estatuas doradas. Cabe destacar también el interior, una monárquica escalera, el mármol, las columnas brillantes y la perfección de las estatuas que parecen vivas.

Enfrente, encontramos las Galerias la Fayette, uno de los centros comerciales más lujosos. El interior se llena de lujos, tanto por la decoración como por las marcas y objetos que se ofrecen. Vale la pena dar una vuelta, ya solo sea para disfrutar de su cúpula interior dorada, un trabajo exquisito.


Si seguimos la rue la Fayette, encontramos otro edificio monumental, la Biblioteca Nacional que alberga treinta millones de obras. Después de dar una vuelta por la avenida comercial y comprar algunos souvenirs, me decidí visitar la Madeleine, todo un símbolo y uno de los monumentos más curiosos con un toque al estilo griego (se recomienda hacer la visita a la Madeleine desde la Plaza de la Concorde, por la elegante Rue Royale para conseguir su mejor vista, en mi caso lo hice al revés porque ya había visitado la Plaza de la Concorde).

Se acababa mi escapada a París, debía volver al hotel para recoger mis cosas y dirigirme hacia el aeropuerto. Me quedé con muchas cosas por ver como el Barrio Latino, Montmartre, la torre de Montparnasse, el Moulin Rouge, el barrio les Halles, Le Marais...y muchas zonas más. Está claro que es una ciudad infinita de cosas por ver y por hacer, ¡Volveré!

Más info: unviajeymilhistorias@gmail.com












miércoles, 9 de enero de 2013

Escapada con perros, Vall d'Aran

Hace unos días fui a la Vall d'Aran y decidí hospedarme en un camping ya que iba con mis perros y necesitaba algún alojamiento donde me permitieran llevarlos. Es cierto que es complicado encontrar algún lugar donde te permitan perros sin problemas y sin muchas normas. 
Tengo que decir que miré y rebusqué por varias zonas, y en todas partes me daban impedimentos: los perros deberán estar alojados en el parking, atados, no pueden ladrar, no están permitidos los perros de más de 15kg, etc. Entiendo que son animales, pero los que los tenemos, también tenemos derecho a salir y tener algún lugar cómodo y adecuado para dormir. Eso si, siempre teniendo presente que hay que ir con cuidado y dejarlo todo en las mismas condiciones, imagino que habrá de todo.

Bien, encontré este camping por Internet, mirando foros y demás y la verdad es que desde el minuto 1, me atendieron mejor imposible. Se llama Camping Verneda


 Mi intención era encontrar un lugar que aceptaran a perros y además tuvieran espacio para andar y correr. Fué genial porque justo al lado del camping hay un camino para hacer senderismo que se llama "camí reial", y está genial porque todo es pura naturaleza y en esta época puedes disfrutar de paisajes de nieve. Al ser temporada de invierno, la zona de caravanas estaba vacía así que también nos permitieron dejar sueltos a los perros por esa zona, que por cierto es enorme. En verano, imagino que será más restringido ya que estará más lleno.

El camping en sí, da la opción de hospedarse en un apartamento o en bungalows de madera. Al ir con perros, tuve que adaptarme a la opción de los bungalows, más concretamente en el bungalow tipo C. Nunca había ido a un bungalow así que iba bastante perdida...mi sorpresa fue grata cuando llegué. El bungalow es pequeño, pero tiene de todo y además todo en buenas condiciones y limpio. En este caso, tenía una habitación con literas, otra habitación con cama de matrimonio, un mini salón y cocina y por último un baño. Pocos metros cuadrados, pero no faltaba de nada. 



¡Lo recomiendo para todos aquellos que quieran hacer una escapada con sus animales de compañía! Y también para aquellos que les guste la naturaleza, el senderismo o el esquí.