Regreso de Mallorca con un muy buen sabor de boca. En este post, voy a centrarme en el hotel en el que estuve alojada. Sin duda, uno de los mejores hoteles en los que he estado.
Mi estancia fué en el hotel Meliá de Mar, en la zona de Illetas. El
hotel es para mayores de 18 años, exclusivo para adultos. Es idóneo para
aquellos que busquen tranquilidad, descanso y desconexión. Y por
supuesto, un buen servicio y calidad.
Nada más llegar, pude comprobar el buen servicio de las personas de recepción. Un recibimiento con un té y unas toallas húmedas para refrescarme. El check-in se hace sentado (como muchos otros hoteles de 5*), siempre he valorado los hoteles que te atienden y te reciben ofreciéndote asiento, ¡es mucho más cómodo! y se agradece después del tute del avión (o de cualquier otro transporte).
La habitación está genial, todas orientadas al mar. Se agradece la terraza con vistas al mar, además hay una tumbona donde poder descansar y ver el amanecer, ¡precioso!.
La cama es grande tamaño king size y muy cómoda, tienes la opción de elegir la almohada que desees de la carta. El mobiliario es moderno y de diseño, ideal para la gente que busque algo nuevo y con un toque vanguardista. El baño es de mármol con toque moderno y ducha efecto lluvia, te ofrecen amenities de la marca Meliá y si te decides por una suite, podrás encontrar amenities de diseño Tous. Iluminación regulable y nocturna con luces tipo led.
Para los que van por trabajo o quieren Internet durante su estancia, el
hotel ofrece el servicio de Wifi sin cargo en todo el hotel.
Hay una cosa que me sorprendió y que nunca había visto antes. Ofrecen un servicio de "Menú de aromas" donde puedes elegir el olor de tu habitación. Desde luego, cuidan hasta el más mínimo detalle.
Por la tarde revisan que no falte ninguna toalla, reponen todo de nuevo y ponen una chocolatina en la cama. Detalles que gustan a cualquiera.
En cuanto a restaurantes, cabe destacar el restaurante Q4. Es el lugar donde se cena en caso de contratar la media pensión. Ofrecen un menú variado con tres platos a elegir: Primer plato tipo entrante, plato principal y postre. Es la misma carta cada noche, pero a diario tienen sugerencias del chef y son platos distintos a elegir y de este modo, para quien lo desee pueda variar del menú.
Los platos están muy bien elaborados y deliciosos. Hay varias opciones a elegir, para todos los gustos y paladares. Ensaladas, pasta, sopa, pescados y carnes. Un poco de todo. ¡Perfecto!
Para los amantes del vino, también se les ofrece una carta variada de vinos y si lo deseas te pueden orientar y asesorar.
Pastel de frambuesa con nata y chocolate blanco
Cabe destacar también las vistas. Cenar al lado del mar, las estrellas y la luna, no tiene precio. Sin duda, ideal para parejas que buscan una velada y estancia romántica.
Para comer y disfrutar de las instalaciones del hotel, está el Restaurante Le pool ubicado junto a la piscina. Ofrece dos opciones, una de ellas es contratar el servicio de buffet que cuesta unos 35 euros y tienes de todo, o de lo contrario, servicio de carta. La carta es más o menos limitada en función de la hora, hasta las 16h tienes más opciones a elegir, a partir de entonces solo ofrecen snacks.
La calidad de la comida sigue siendo excelente, platos menos consistentes pero igual de bien elaborados.
Por último está el Bar&Gabi Lounge, para tomar y picotear algo. Es el lugar donde se hacen los espectáculos por las noches.
Los espectáculos son elegantes y suelen hacerse a partir de las 21h. Cantantes de jazz o blues, guitarra, etc. Muy bonito y tranquilo.
En cuanto a la piscina, me llevo una muy buena impresión. Una zona tranquila y la piscina correcta de tamaño. ¿Lo mejor? Las hamacas están orientadas vista al mar. Mejor imposible si buscas relajación y descanso. Siempre hay hamacas libres, se agradece.
En la misma zona podéis encontrar también un jacuzzi con vistas al mar, eso sí, de agua fría.
Ofrecen servicio de bar por si te apetece tomar algún cóctel, refreso y hasta incluso alguna copita de champán.
Si preferís playa, no os preocupéis ya que el hotel tiene playa privada. Es una calita pequeña pero muy bonita. Está justo al lado de la zona de piscina, genial. En este hotel es difícil encontrar alguna zona repleta de gente, así que encuentras relax en cualquier parte.
La calita casi nunca está llena, así que si te apetece refrescarte en agua salada y tomar el sol, siempre encontrarás una hamaca libre para ti. Al haber rocas por la playa, el hotel dispone de varios accesos con escalera metálica para acceder al mar sin pisar las piedras.
El hotel también tiene una "zona del silencio". Es muy curioso, es un rincón del hotel repleto de hamacas donde nadie habla. Encuentras a gente leyendo, escuchando música, o simplemente descansando. En este caso todas las hamacas también están orientadas al mar. El rincón zen.
Para los que busquéis masajes y tratamientos, el hotel ofrece el servicio de Spa. Tiene una carta llena de distintos tratamientos para elegir, a diferentes precios. Tiene piscina termal con vistas al mar y distintas salas de tratamientos.
El hotel dispone de una bonita zona con camas balinesas donde se realizan varios packs especiales. Por ejemplo hay una opción que contratas la cama para ti durante todo el día y te incluye un masaje, botella de cava y una bandeja de frutas. El entorno es perfecto, hay una piscina que por la noche se ilumina de tal forma que parecen estrellas, todas las camas están orientadas al mar. Si buscas algo especial, una opción como ésta puede ser la ideal.
La verdad, es que en general podría poner un 10 en cuanto al servicio se refiere y otro 10 para las instalaciones. Ha sido uno de los hoteles que más me ha gustado y en el que, por el momento, no he sabido encontrar ninguna pega.
Si buscas desconectar y algo similar al paraíso, este es tu hotel.
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