jueves, 10 de marzo de 2011

Praga en 48 horas


Caminar por esta ciudad es como introducirse en las páginas de un libro infinito en el que cada calle es un capítulo y cada barrio, un cuento. Por ello, pasear sin prisas por sus plazas y puentes es una obligación y también la única forma de descubrir que esconde esta bohemia ciudad: Praga.

Podemos diferenciar dos partes en la ciudad: La ciudad vieja y la ciudad nueva.

La ciudad vieja, Staré Mésto, respresenta el verdadero corazón histórico de la capital checa. Desde aquí nada está demasiado lejos y no hay nada como los propios pies para descubrir en su grandeza esta ciudad de cuento.

La ciudad nueva, fundada hace unos 600 años por el monarca Carlos IV, exhibe algunas de las fachadas más sorprendentes e imaginativas del modernismo praguense. Además, su centro, la Plaza de Wenceslao, concentra gran parte de la animación comercial y de ocio nocturno de la capital checa.

PRAGA EN 48 HORAS


1r día
Podemos empezar visitando el Castillo para contemplar mil años de historia. Pasaremos por diferentes calles con portales barrocos y casas, entre ellas podremos ver la Casa de los Dos Soles dónde vivió el poeta checo Jan Neruda (que da nombre a la calle). Una vez llegamos al Castillo, podemos ver que no es una simple fortaleza, si no que es un complejo de palacios, edificios religiosos y viviendas de funcionarios.
Desde el Castillo, podemos hacer una visita panorámica a la famosa Catedral de San Vito, el Palacio Real, la Basílica de San Jorge y el famoso callejón de Oro, dónde vivió el escritor Franz Kafka y dónde hoy en día podemos encontrar pequeñas tiendas de souvenirs para turistas. Serán necesarias un par de horas para ver todo el recinto.

A los pies del Castillo se encuentra el barrio de Hradcany, que cuenta con importantes edificios religiosos entre los que destacan el Monasterio Stráhov y Loreto.
Si bajamos por la conocida calle Nerudova llegaremos a Malá Strana (ciudad pequeña), una calle muy pintoresca rodeada de casas que antiguamente pertenecían a nobles, burgueses y artesanos de alto nivel que se preocuparon por la decoración de sus fachadas ya que esta calle formaba parte del Camino Real. Podemos destacar la Casa de los Tres Violines y la Casa de la Llave Dorada.

Malá Strana es un precioso barrio que conquista el corazón de cualquier visitante. Podemos pasear por las diferentes callecitas que salen de Karmelitská, dónde se alza la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y su milagroso Niño Jesús de Praga, una tierna talla de cera traída de España en el siglo XVII. También podemos visitar la isla de Kampa, el parque más animado de Praga, justo debajo del Puente Carlos.

Para despedir el día cruzaremos el Puente Carlos al atardecer y disfrutar del ambiente, la música en directo producida por músicos callejeros y de las paraditas de souvenirs ubicadas por todo el puente. Podemos gozar de las bonitas vistas desde el puente.

2º día
A lo largo de este día, nos propondremos recorrer la orilla derecha del río Moldava. En la Plaza de Stare Mesto (la Ciudad Vieja), podremos ver el ayuntamiento, varios palacios barrocos y el famoso Reloj Astronómico que congrega a cientos de personas en las horas en punto. No te pierdas la fachada de la Dum u Minuty (casa del minuto). En la plaza podrás disfrutar también de sus terrazas e incluso encontrarás vendedores de entradas para conciertos.

A la derecha de la Iglesia de San Nicolás podemos encontrar la calle Parízska, la calle comercial más exclusiva de Praga y que une la Ciudad Vieja con el Barrio Judío (Josefov). Podemos visitar el Museo Judío y el Cementerio Viejo. En esta zona, podremos adentrarnos en el ambiente judío y su historia.

Por la tarde, podemos volver a la Ciudad Vieja por la calle Celetná hasta llegar a la Torre de la Pólvora, y desde aquí, seguir hasta llegar a la Plaza Wenceslao, corazón de la Ciudad Nueva.


¿QUÉ HAY QUE SABER?

Documentación: Los españoles sólo necesitan el DNI o el pasaporte en vigor.

Cuándo ir: La mejor época para visitar la ciudad es la primavera y el otoño. Es aconsejable no viajar en fechas punta como Semana Santa o Navidad, ya que los precios de los alojamientos suelen ser desorbitados y la ciudad puede estar demasiado masificada. En el caso de no tener otra opción, es recomendable reservar con mucha antelación.

Moneda: Se conserva su moneda nacional llamada corona checa (1€=25 coronas aprox.). En casi todos los establecimientos se admiten las tarjetas de crédito. Es preferible ir con la moneda cambiada desde aquí, y si no es posible, los bancos es el mejor lugar dónde hacer el cambio.

Embajada de la República Checa en España
Avda. Pio XII, 22-24. Madrid.
Tel. 913 53 18 80

1 comentario:

  1. Gracias por compartir tu relato, ya que por mi trabajo tengo pasajes aereos con destino a Praga por un congreso que se organizará allí. De paso me gustaría en mi escaso tiempo libre aprovechar para conocer a ciudad. TU experiencia me es super util, gracias por las descripciones de tu visita

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